Cuando se acerca la época de las Fiestas de Fin de Año, cada familia comienza a organizarse y a preparar las celebraciones de Navidad, Año Nuevo o Reyes, según costumbres y tradiciones propias.
Cuando hay niños en las familias, se suma a toda la preparación el momento especial de la entrega de regalos y la ilusión de los chicos acerca de la venida de los Reyes Magos.
Poco a poco, a medida que van creciendo, esta forma de pensamiento va cambiando dando lugar a un pensamiento más concreto y realista.
Muchos papás se preguntan si es positivo y correcto fomentar en sus hijos la fantasía de la existencia de Papá Noel, los Reyes u otros personajes como el Ratón Pérez.
Es importante que podamos entender que el funcionamiento de cada familia es único, particular e irrepetible, así como también el modo en que las tradiciones son vividas y transmitidas de generación en generación.
Lo importante es que Mamá y Papá puedan ponerse de acuerdo y decidir si quieren o no transmitir esta ilusión a sus hijos, cómo hacerlo y hasta cuándo.
Si ambos acuerdan y la familia extendida los apoya, todo será vivido sin conflictos, sea cual sea la decisión que tomen.
Muchas familias prefieren transmitir la ilusión de Papá Noel o los Reyes como un cuento o un relato tradicional fantástico y no como una realidad.
Otros eligen una opción intermedia y sugieren a los niños que Papá Noel y los Reyes, entregan regalos a los niños hasta que ellos mismos consideran “que ya son grandes”. A partir de ese momento, son los papás quienes les compran los regalos.
Sea cual sea la forma de transmisión elegida o usada en el seno de cada familia, es importante que entendamos que fomentar ilusión y fantasía en los niños es un hecho positivo.
Los papás sostenemos el mundo de ilusión de nuestros hijos todo el tiempo, cuando jugamos, nos disfrazamos o contamos cuentos.
Crear una ilusión o sostener una fantasía no es mentir. ¿Acaso alguien pensó alguna vez en contradecir a una niña cuando sostiene que su muñeca llora porque se lastimó?
Todo lo contrario, probablemente nos sumamos a su juego, le proponemos más detalles y no somos mentirosos por esta actitud.
Debemos confiar en que serán los mismos niños, quienes con sus preguntas y sus cuestionamientos nos indicarán que ya pueden comprender la historia de otra manera, que están más grandes y menos “fantasiosos”.
Cuando esto ocurra es importante no dilatar el momento, y contarle a los niños con alegría cómo la ilusión de Papá Noel y los Reyes se va transmitiendo de generación en generación, tal como probablemente ellos harán con sus propios hijos.
FELIZ AÑO Y MUY FELICES REYES..............